Me llamo Alfredo, tengo 36 años, nací en Villena un pueblo de la provincia de Alicante.
Hace diez años me trasladé a Madrid para estudiar mecánica aeronáutica y a día de hoy es a mi pasión y a lo que me he dedicado hasta comenzar este proyecto. Laboralmente he conseguido llegar hasta donde me propuse en estos años y aunque a lo que me dedico me apasiona, también me considero una persona curiosa por multitud de disciplinas. Cada día intento aprender algo nuevo aunque no sea en referente a mi día a día o a mi trabajo. Pero por unos años, dedicaré mi tiempo formándome en otros aspectos, mejorando mis valores.
Viajar siempre me gustó y lo hice durante muchos años pero siempre a la manera común, en días de vacaciones o por trabajo. Me apasiona conocer sitios nuevos y la aventura que es algo que me viene de familia.
Mi padre, ha sido muy aventurero. Hizo una expedición a África en 4×4 en los años 90 y se compró un velero con la intención de dar la vuelta al mundo. Siempre he visto en él un referente.
Ahora quiero ver el mundo por mis propios ojos, llegar a los lugares por mi propio esfuerzo y el momento es ahora y agradezco poder compartirlo con la persona que quiero y que siente las mismas inquietudes que yo.
Me llamo Marta, tengo 32 años y nací en Sacedón, un municipio español de la provincia de Guadalajara, situado en la comarca de La Alcarria. Me siento muy afortunada de haber nacido aquí, ya que otras personas en el mundo no han tenido esa suerte. Por ello recorro su naturaleza, y sus pequeños rincones siempre que puedo.
Después de terminar los estudios de educación secundaria decidí irme a la ciudad y comenzar a estudiar lo que me quería. De Guadalajara pasé a Madrid en la ciudad donde llevaba ya más de diez años y en la que conseguí tener un trabajo que me apasiona.
Siempre he sido una chica versátil pero a la vez inquieta con la mentalidad de aprender y progresar mientras disfruto de cualquier cambio siempre por mis propios medios.
Viajar siempre ha sido importante para mi ya que siempre me regala cosas maravillosas. Ver lugares inhóspitos, subir montañas, salir a lo desconocido, ver el mundo desde multitud de perspectivas a las que estoy acostumbrada, conocer gente y culturas diferentes, además de aprender idiomas nuevos. Todo esto me hace ver el mundo y la vida diferente a la que siempre conocí.
Dar este cambio de 360º no ha sido una decisión fácil, ya que lo que dejo atrás, como familiares, amigos y un sin fin de acontecimientos que me perderé por esta aventura de vida es muy valioso, pero he de aprender también el desapego, algo que será de las cosas que más me costará.
Con este proyecto busco que cada uno de mis días sean diferentes, siendo a la vez una aventura y aprendizaje constante, valorando aún más las cosas y lo que tengo en España, hasta ahora mi hogar.